18 de diciembre de 2009

La literatura frente a la transformación tecnológica

Desde que el hombre se ha relacionado socialmente ha sentido también la necesidad de conservar sus recuerdos, su historia. En principio la oralidad, inherente al hombre en el sentido de la comunicación, se encargaba de preservar el patrimonio histórico de cada comunidad, sus mitos y rituales, pero con la aparición del signo, el género humano poco a poco dirigió sus ojos a la caligrafía y se alejó de la tradición oral. La escritura fue concebida, fue un adelanto tecnológico que permitió conservar el conocimiento y la religión de los hombres, entre ellos los genios y los sabios. Se creyó que con el libro se lograría enclavar en las generaciones venideras las mismas creencias de manera exacta a sus orígenes y sí, se logró, se empezó a dar credito sólo a lo escrito como si esto fuese suficiente garantía para creerse verdad absoluta, inmutable. Pero el hombre no es estático, por lo tanto, la escritura como tecnología y como matriz de conocimiento también sufriría transformaciones.

Hoy, luego de cientos de años, la humanidad se encuentra ante uno de los cambios más impresionares en el sentido de la forma. Aparecen las computadoras, equipos que procesadores de palabras, las impresoras caseras, la Internet, etc. y se abre la especulación sobre el futuro del texto, de su función en cada disciplina y de la participación del ser humano como lector. En el campo de la literatura surgen las preguntas sobre qué función cumplen hoy los docentes para guiar y vigilar los procesos lectores y cuál es la situación de lectura y escritura de los que se enfrentan a la tecnología informática. Para aventurarnos a establecer vaticinios sobre el fenómeno lectoescritural que presenciamos, se hace necesario conocer su pasado y su presente, con miras a encontrar nuevos puntos de apoyo para quienes asumen y asumirán la responsabilidad de formar en el campo de la literatura.

Cuando el hombre concibió el signo cambió su forma de comunicarse, específicamente cuando contempló la idea de hacer de él una ley, una norma general para una comunidad. Claro está que el uso del signo por una comunidad entera no implicaba solamente una transformación en la comunicación, sino también una transformación en el modo de pensar. No es posible generar o interpretar un texto (tejido), un entramado simbólico de signos, sin que se posean ciertas competencias organizativas. Tejer implica una planeación previa y por lo tanto necesita de un proceso de pensamiento más elevado al de la oralidad. El ser humano habla casi con la facilidad que tiene para respirar, la capacidad de escribir necesita mayor inversión.


Ahora bien, no tendría sentido el origen de la escritura, aún desconocido históricamente, sin una relación con el deseo de comunicar masivamente, en ese sentido, la forma era también relevante. En principio se sabe que los signos y símbolos se plasmaban en los monumentos, sin embargo, se presume que fueron los sumerios quienes utilizaron por primera vez un sistema más práctico para escribir; haciendo uso de la escritura cuneiforme, ellos manipularon la arcilla y escribieron en pequeñas tabletas diversas informaciones, principalmente contables. Pero la necesidad de encontrar una mayor facilidad para transportar la información hizo que se implementara el rollo, extensiones largas de papiro y por lo tanto, escritos integrales, sin fragmentación. El paso de esta forma anterior de escritura al códice constituiría una de las revoluciones más importantes para el sistema de lectura. El códice, de construcción muy similar a la de los libros actuales, con una encuadernación y paginación, facilitaría aún más el traslado de la información, además de privilegiar la búsqueda de pasajes, el estudio, puesto que era imposible en su antecesor encontrar una apartado rápidamente. Se presenta algo que parecería irrelevante pero que posee un transfondo importantísimo, sobre todo para entender los cambios actuales: las obras se fragmentan por primera vez en unidades más pequeñas. Existe la posibilidad de regresar a los apartados primeros y esto en síntesis modifica la forma de entender las obras, de cotejar, del debate y el análisis. Los cambios que siguieron en cuanto al uso del papel, la forma de encuadernación y el desarrollo de la imprenta de tipos móviles de Gutenberg, desarrollos de vital importancia para la masificación del libro, vendría con una nueva fragmentación aún más relevante: el uso de los signos de puntuación. Ya se había implementado la separación por líneas al implementar el códice, sin embargo, el uso de la puntuación vendría a darle ritmo a las frases, intención a las palabras, en síntesis, aparecería entre los siglos XV y XVIII una nueva forma de interpretar las obras. Esta forma del libro conocido no se vio amenazada sino hasta la llegada de los computadores en el siglo XX. Aparece en la historia del libro la electricidad, la posibilidad de escribir con energía. Se empezaron a masificar los equipos y con ellos se abrió un universo en donde es posible almacenar cientos de archivos en espacios pequeños, escribir obras enteras en programas que realizan conteos de palabras, correcciones automáticas de ortografía y la posibilidad de escribir y sobrescribir, de editar fácilmente. Con los equipos procesadores de datos en las manos de miles de personas se generaría la revolución, a mi parecer, más grande en el sentido de las comunicaciones: el uso de Internet. Para el caso puntual de este texto, la literatura, la transformación en el proceso de la lectura y escritura sería bautizada, dentro del mundo virtual como hipertexto, la última fragmentación de la escritura, la más reciente y al parecer, infinita.

Luego de hacer un recorrido, evidentemente a rasgos generales, sobre la evolución de la escritura y la trasformación del libro hasta nuestros días, conviene ingresar al campo actual para que desde allí establezcamos diferentes perspectivas acerca de la forma de leer en la actualidad. Me refiero puntualmente al hipertexto. No es objetivo de este texto entrar en detalles sobre el origen técnico del hipertexto sino informar sus ventajas para la literatura. El hipertexto es, en definitiva, un texto concebido para conversar con otros, es decir, es un escrito no continuo, de una lectura no lineal, que se fragmenta para dar paso a otros textos y en donde la libre elección del lector determinará si hace o no el regreso al texto inicial o si sigue brincando de página en página. Algo parecido ya se había visto antes en la literatura, son los textos conocidos como literatura de juego. Para los jóvenes ésta se consigue fácilmente bajo el apelativo de "elige tu propia aventura", ahora bien, si ha de hacerse una relación con un trabajo más complejo, referenciar a Julio Cortazar y su maravillosa novela Rayuela es un buen ejemplo. Claro está que la función del hipertexto aún no está tan avanzada para lograr una perfección estética, su único objetivo es informar sin detenerse. Dentro de ese salto por los diferentes estratos que abre el texto se corre el riesgo de perderse y no volver, pero también el de no lograr la unidad sobre el tema en cuestión. La experiencia general del que navega y usa los enlaces es la de caer en la saciedad. Existe tanta información que no alcanzas a verla toda y por lo tanto claudicas, la incertidumbre es si se claudica antes o después de saber la más relevante de lo que se andaba buscando. Es la suerte del Zapping cuando se está enfrente del televisor, se brinca de un canal a otro y en ese tránsito puedes estar perdiéndote el mejor programa o, con el pasar del tiempo, al retomar, hablando de algo sin saber dónde lo viste.

Surge entonces una pregunta y es si las libertades tecnológicas contribuyen o no a la formación de lectores y de buenos lectores, con un sentido crítico y ético. Vamos por partes, la creencia más popular es que el enemigo más grande de la lectura en la actualidad es la televisión y para los más chicos los videojuegos, se convirtió en premisa popular que hoy la gente lee menos. La realidad, por simple lógica, es que los jóvenes de hoy escriben y leen más que antes, inclusive mucho más que los adultos. En la escuela suele imponérseles las lecturas, el canon, y muchos profesores aún no hacen nada por remplazar la motivación de la calificación por algo más nutriente, matiz que ya es sobremanera triste pues en la mayoría de los casos se estudia por cumplir y no por aprender. Afuera de la escuela existe un motivante de carácter social, hoy para los jóvenes, desde la clase media baja en Colombia para arriba, no tener un correo electrónico y un espacio en una red social es prácticamente no existir, se sientan horas enteras a conversar con “amigos” a través de los programas de mensajería instantánea, en consecuencia, escriben y leen todo el día. La pregunta de fondo es qué leen y si son buenos lectores o no. Para los que ya han descubierto las ventajas de la Red, apelativo que no es gratis y que sirve como sinónimo de hipertexto, encuentran que ésta les ofrece, a través de los motores de búsqueda, desde una monografía completa sobre “cómo funciona una panadería” hasta un análisis de la muerte en Pedro Páramo. El universo virtual es tan basto que se pueden conseguir ensayos prestados fácilmente y bajarlos con sólo un “clic”, con la posibilidad de cambiarles de nombre y presentarlos en el colegio o universidad. ¿Qué están haciendo los docentes en este momento para educar en el campo de la ética en la academia? Lo cierto es que la Internet es aún para muchos docentes temida y prefieren continuar con los modelos convencionales de lectura, ignorando que hoy se requiere, más allá de una búsqueda exhaustiva que corrobore la originalidad de cada trabajo, algunos docentes lo hacen, una formación de alumnos con un claro sentido de la ética. El sentido crítico es la herramienta necesaria para no caer en los niveles basura que abundan en Internet y para lograrlo la mejor solución no es alejando a los alumnos del medio sino guiándoles. Debe entenderse que las nuevas generaciones están frente un fenómeno social jamás visto y por eso se hace urgente el acompañamiento. Para el caso puntual de la literatura es conveniente motivar al alumno a la creación de espacios especiales para la publicación de textos. Los blogs son buenas alternativas para conjugar lo atrayente de la tecnología con las habilidades lectoras y escritúrales.

Desde la aparición de la escritura hasta nuestros días se han vivido diferentes cambios en cuanto a la forma de presentarnos los texto, todos han generado espacios de convulsión social, de rechazo y aceptación, lo que ha de entenderse es que no está en riesgo la presencia de la escritura y la lectura sino la forma en que ésta se presenta y se hace. Son muchos los factores que motivan cada vez más a cambiar de formato, entre ellos evidentemente la posibilidad de tener fácilmente el acceso al conocimiento, privilegiando en últimas al autodidacta y la elección de un canon libre de anclajes académicos. Quedan en el tintero otros factores que no son pertinentes en este escrito y es la fuerza de grupos ecologistas que motivan la idea de acabar con el texto físico y el vuelco de la mirada comercial al espacio virtual.


La posibilidad de viajar no se le puede negar al navegante, aquí van algunos enlaces relacionados:

* Lectura y escritura en el hipertexto

*Cómo fomentar la lectura y la escritura a través de los blogs

*Teoría del Hipertexto. La literatura en la era electrónica.

*La navegación hipertextual en el World-Wide Web

*Literatura: La lectura y la escritura tamizadas por las nuevas tecnologías.


* "Caperucita audiovisual a lo hipertexto"



Por: Jhohann Castellanos Lozano

________________________________________________________

Imágenes tomadas de Google Imágenes.

Video Caperucita: Por Tomas Nilsson.


20 de noviembre de 2009

Spots... para entretenerse un rato.







La Televisión y la Educación.

Me satanizaron la televisión. Me dijeron que perdía el tiempo viéndola y por eso acercarme a ella hoy es para mí algo difícil. No lo ocasionaron mis padres, lo hicieron en la escuela. Los profesores nos decían que la televisión era para vagos, que ver programas de muñequitos era perder el tiempo, que mejor era estudiar para no perder la oportunidad que tantos niños querían tener. Trataban de alejarnos de un medio que es real y que seguirá sirviendo como canal para decirle cosas a la gente. Ellos querían prepararnos para la vida real alejándonos de ella.

Hoy, después de algunos años de salir del colegio, me encuentro con la posibilidad de, en unos años, ser padre o docente y no deseo perpetuar una idea de sociedad que lo único que hace es dejarnos menos preparados para algo que necesita más atención: la televisión. Se hace urgente invertir mayor tiempo para la formación de televidentes críticos, es importante enseñar a no tragar entero todo lo que nos transmite el televisor, ese aparato que tanto se quiere en cada casa y frente al cual se pasan horas. Ahora bien, no se excluya el lector adulto, no me refiero únicamente a la formación de los infantes como si sólo ellos necesitaran aprender, incluyo a todas las personas que se sientan a ver televisión.

El objetivo de la televisión no es entretener o informar, es vender. Las ventas sustentan cada producto que se pone en la parrilla. No se venden objetos y servicios solamente, se venden valores, ideas, se induce al televidente a creer lo que ellos necesitan para manipular más fácil, buscando en últimas desde la compra masiva de un jabón hasta la elección de un presidente. En la actualidad el ambiente es propicio y la televisión logra rápido sus objetivos, en primera instancia porque para ver televisión no se necesita estar preparado, es más, entre menos se sabe de la televisión más fácil resulta la manipulación. El escritor Joan Ferrés en su libro Televisión y Educación[1] sostiene que “(…) mientras sólo suelen aficionarse a la lectura aquellos que saben leer, la mayor adicción a la televisión suele producirse en aquellos que no dominan su lenguaje. Mientras el riesgo de una influencia negativa de las lecturas lo corren sólo aquellos que saben leer, con al televisión ocurre lo contrario: cuanto menor es el conocimiento de los códigos, mayor es el riesgo de una influencia negativa.” (Ferres, 1994:105).

Se aprovechan de nuestra necesidad de espectáculo, de estimular nuestros sentidos. Hoy las producciones para televisión se esmeran por hacer productos más impactantes, que sorprendan nuestras mentes con cargas meditadas de audio e imagen y entre “chiste y chanza” nos dan de comer basura y el espectador común se la traga entera, luego vendrá el dolor de panza. ¿Estaré perpetuando con la anterior frase la idea de mis maestros en el colegio?... No, estoy invitando principalmente a dos cosas, la primera es a preguntarse, a tener una actitud crítica; la segunda es ha aprovechar el medio y su respectiva ventaja para asombrar para enseñar cosas que sirvan, para comprender mejor la vida del hombre en sociedad, en últimas para que vea televisión de una manera más interactiva, con un objetivo que vaya más allá del puro entretenimiento.

A los niños, por ejemplo, les fascina la televisión, para ellos resulta un espacio más que les permite conocer el mundo en el que están, es por eso que resulta urgente hacer un esfuerzo en los hogares para no dejar toda la responsabilidad de enseñar el mundo a una caja electrónica pues a la larga es bajo esa temprana construcción del mundo que el infante tejerá sus estrategias de vida adulta. Claro está que para unos padres resulta más fácil endilgar a la televisión la crianza de sus hijos, “qué viva la televisión que me entretiene al chino”, que ella le siembre sus valores, sus ideas, no importa si eso desencadena la mala vida de un ser y el caos social. Bueno está bien, sé que resulto algo apocalíptica la frase anterior, no tiene porque ser verdad que la televisión forma a un ser humano… ¿o sí?...

Mejor vayámonos a un ejemplo práctico de cómo enseñar literatura mientras vemos críticamente dos productos audiovisuales. Antes de empezar sugiero ir a este apartado para leer el cuento completo de Edgar Allan Poe, luego les invito a ver los dos videos.



Sigan con los videos...





¿Leyeron completamente el texto?... no sé porqué, pero no les creo. Pero fresc@s, debieron estar cansados con tanta cháchara inicial y pensaron en descansar el ojo un rato con los videitos, igual, eso es como propiedad asociativa, el orden de los factores no altera el resultado.

Vamos a la aproximación. Por un lado está el texto de Poe, muy posiblemente menos atrayente para un niño, o adolescente, que la representación del texto hecha por el actor estadounidense Vincent Price y eso sí, totalmente rechazable si se pone el texto al lado del fragmento del capítulo número 3 de la segunda temporada de Los Simpson. Los dos último se refieren explícitamente a la creación literaria, se supone que debería tener mayor valor lo primigenio pero resulta más atrayente ver a Homero ahorcar a Bart. Aún así nos están hablando de Poe, es eso lo que hay que aprovechar para enseñar, parafraseando a Ferrés, “No se eluden las sensaciones y emociones, sino que se aprovechan. No se suprime el placer, se integra al proceso, se canaliza.”(Ferres, 1994:131). Una buena estrategia sería acercarlos al capítulo de Los Simpson, luego llevarlos al texto original, del placer, al origen del placer. Ahora bien, éste es sólo el punto de partida, luego vendría el análisis acorde al currículum de la institución, eso sí, que el paso que siga no deje de hacer el contraste entre las tres formas del mismo texto. Un ejercicio de este tipo ya se hizo con otro cuento de Edgar Allán Poe, El corazón delator, aquí les dejo el enlace para que lo vean. (“dele Clic”)

Para cerrar planteo una posibilidad muy íntima, muy familiar: Si le preguntara a mi sobrinito de siete años, por ejemplo, qué sabe de Edgar Allan Poe y su cuento El Cuervo seguro que me dirá ¿quién es ese? Pero si le preguntara qué sabe de Los Simpson seguro me dirá alguna cosa. Ahora bien ¿será que hay que archivar toda la literatura y darle paso a lo audiovisual dejando los libros en un museo para que se recuerde lo que se vivió en una parte de la historia de la humanidad? No, mejor resulta usar la herramienta audiovisual para enseñar también literatura. Claro está que se corre el riesgo que anuncia Lisa, es posible que no se aprenda nada, mejor resulta clavarles una clase entera sin nada de emoción, al fin y al cabo ellos tienen que ser igual de aburridos a los adultos.

Por Jhohann Castellanos Lozano “El Santo”.


_________________________________________________

[1]
FERRÉS,J. (1994) Televisión y educación Ediciones Paidós Ibérica.

19 de noviembre de 2009

Redacted.


Redacted: un cuestionamiento a la verdad


“ay, josé así no se puede

ay, josé así no sé

ay, josé así no

ay, josé así

ay, josé

ay.”

Guillermo Cabrera Infante.

¿Alguna vez se ha encontrado enfrente de una cámara de video controlada por un amigo o familiar y luego ha visto el producto grabado? En silencio puede que vea los acontecimientos y que sienta una sensación extraña, tal vez vergüenza de algo que no debió haber dicho y quizás, en lo más profundo de su ser, piensa en la posibilidad de borrar todo para no dejar evidencia de la estupidez, o en editar, en dejar solo las partes “bonitas”, en desaparecer lo que sería inoportuno dejar ver por otros, en eliminar información. Ahora bien, el contenido de un video familiar puede que no comprometa a las naciones del mundo o desestabilice estados y gobiernos, pero, qué cree que podrían hacer aquellos que sí tienen acceso a esa información vital, o que la producen… ¿será que son capaces de editar los del noticiero, los del canal?... Claro que sí, pero ¿cuál será la verdad y qué habrá sido borrado, eliminado de los registros de nuestra historia porque sencillamente no conviene saberse? Si se nos ofrece hablar de la manipulación y producción de la información y del conflicto que se está presentando a causa de los avances tecnológicos en materia audiovisual, Redacted, es una buena película para confrontarse.

Del director Brian De Palma, esta producción disfrazada de documental nos lleva a pensar en “La Realidad” y “Lo Real”, aplicando para este caso la realidad como aquello que es percibido por el hombre, algo aceptado como verdad y lo real como suceso, cosa, independiente a la interpretación o manipulación, que sencillamente es. La estrategia usada por el director para contarnos la historia y plantear lo difícil que es entender la diferencia está basada en una especie de “polifonía camarográfica[1], en donde cada cámara actúa como un narrador independiente, con su propia versión y con su propia realidad, para que así, poco a poco vayamos construyendo como espectadores lo que será para nosotros nuestra propia versión. Interactúan, para ampliar la gama de narradores, las páginas de Internet con reproductores de videos, las video llamadas, aquellos recursos tecnológicos que hoy en día pueden ser usados por una gran cantidad de individuos, sin contar como recurso, porque no son usados en la película por el director, los celulares con cámara, que hoy están al alcance de miles de personas y que yo cito para ampliar el espectro y dimensionar mejor lo que puede llegar a significar una guerra como la de Irak bajo aquellos recursos audiovisuales. Los cierto es que actualmente hay cientos de ojos tecnológicos que están dispuestos a contar una y otra vez lo que vieron. Existen hoy seres humanos que producen y producen versiones de los hechos y que las sueltan en la Internet, para que sujetos como nosotros saquen sus propias conclusiones. Surgirá seguramente en unos años, a menos que nos matemos como genero humano antes de tiempo, alguna disciplina que se encargue de eso, una especie de pregrado llamado, qué sé yo…”Arqueología Audiovisual” y que se ocupe de indagar cómo vive el hombre de hoy.

Volvamos. Vayamos puntualmente a la película. Filtraré en los próximos párrafos, junto a la breve incitación a ver el Film, un poco de análisis de tipo interpretativo. Hagamos un ejercicio tipo Redacted. Propongo, ojalá logremos hacer bien el ejercicio, hacer el viaje por la película tratando de emular la producción de Brian de Palma. Agarre conmigo una cámara de video, HD, liviana y enfoquemos lo que al parecer nos muestra la película. La idea es que después de leer esto desee profundamente ver Redacted y comprobar si está bien hecho mi “abordaje camarográfico”. Vamos a ver si me siguen[2].

Paneo de un grupo de soldados, una voz en off habla en francés y a manera de documental nos cuenta lo duro que es la guerra para un soldado, de su nivel de stress, de lo difícil que es llegar a un país extraño al lado de una gente que no habla el mismo idioma, sólo para llevarles la libertad y la paz. A los franceses hay que creerles, ellos son serios con eso. Un plano detalle no habla mejor de la guerra, una mano de un soldado norteamericano hace girar una bala en sus dedos, como si fuera una moneda, como si estuviera a punto de decidir, al carisellazo, a dónde va ir a parar. Plano larguísimo y abrumador: la guerra en Irak. Plano secuencia: gente inocente muere, una mujer embarazada, un abuelo, un niño, una joven de quince años, todos abaleados, un plano consecuencia deja ver la pierna de un negro que vuela y la decapitación de un latino, ambos con camuflado. Y los noticieros… ¿qué dicen?... editan.

No estamos siguiendo el orden de la película, lo que nos importa a la larga es chismosear con nuestra video grabadora. Ahora enfoquemos a un pequeño grupo de hombres en un cuartel, un soldado lleva su cámara y la mueve por todos lados. Los hombres uniformados vienen de lugares diferentes y con axiologías distintas; grabémoslos desde puntos distintos para tener varios recuerdos de ellos pues la muerte en ese ambiente no es una posibilidad, es una realidad que les cambiará la vida. Uno de ellos se graba solito contando un cuento sobre la parca, quiere estudiar cine, pero parece que la narración de esa historia le pone un cuchillo en el cuello. Otros dos se ríen en otro encuadre, “matar iraquíes es como matar cucarachas”. Otro encuadre: Alguno lee pornografía y se le calienta la entrepierna. Una noche todos hablan de violación.

Otras imágenes nos pueden ayudar a conocer un poco más de los soldados. Unas cámaras de seguridad nos ceden algunas imágenes y junto a las grabaciones de algunos interrogatorios conocemos más de aquella unidad que empezamos a grabar en el cuartel. Los noticieros transmiten en directo las imágenes de venganza de un grupo y del otro, es una retaliación de la retaliación, algo que no cesa y que termina formando un círculo vicioso de muerte, sin embargo, lo que dicen los presentadores no corresponde a lo que hemos grabado con nuestra cámara, pero no hay que dudar, lo que dicen en el noticiero es pura objetividad, pura verdad, aunque entre ellos mismos se contradigan. En donde no hay control, en la Internet, una mujer grita arengas en contra del gobierno de Estados Unidos, otra llora porque no ve a su marido desde que se fue a la guerra. Voces y más voces, “polifonía camarográfica”, al final, nosotros decidimos. Cerrando el “documental” sólo nos queda un video familiar en donde un hombre llora y cuestiona la finalidad de la guerra. Luego, las imágenes de las víctimas en Irak, fotos reales, todos con los ojos tapados porque al final parece que nadie, a pesar de la tecnología, vio algo.

La ideología del director está a flor de piel en Redacted. No es una película anti-estadounidense, no es una película anti-iraquí, es una película en contra de la guerra, de las consecuencias que ésta deja a su paso y de la indiferencia de los que observan. Pone en el paredón a los crédulos espectadores que piensan que la verdad es la que dicen en el noticiero, la que nos han manipulado para que “sigamos siendo felices” o mejor “seguros”. Es una película para Norteamericanos no hay duda, sin embargo, queda un sinsabor al hacer la transposición y entender que bajo el mismo argumento podría hacerse una versión de lo que sucede actualmente en varias naciones de Latinoamérica.

Por: Jhohann Castellanos Lozano, "El Santo".

_____________________________________________________

[1] Polifonía, como bien lo dice el diccionario de la RAE, es el conjunto de sonidos simultáneos en que cada uno expresa su idea musical. Aplicado a la camarografía utilizo este término para expresar la variedad de perspectivas que maneja la película, los diferentes narradores que nos cuentan la historia y que se mezclan al interior del film.


[2] Cada uno de los modos de filmación aquí referidos, específicamente los encuadres, no son más que una estrategia literaria para plantear una apreciación interpretativa. Para abordar la teoría sobre el encuadre conviene leer el libro “Cómo analizar un film”. CASETTI, Francesco, DI CHIO, Federico, 1990, CÓMO ANALIZAR UN FILM, Milán, PP. 87-88.

Nota de Interes: El póster de la película fue obtenido de: http://www.quedepeliculas.com



29 de julio de 2009

Hola, este blog es personal.


Voy a dejar escritos aquí muchos de mis pensamientos, lo que se me ocurra de lo que sea, sin mesura, con contradicciones y dicotomías porque en ellas ando, con errores y aciertos… de eso se trata la vida.

Quiero darme la oportunidad de escribir de una manera más íntima y compartir, con aquellos que me han conocido como contador de historias, una parte más de lo que soy. Dejaré salir mis molestias, mis insultos, mis amores; no con la intención de congregar en ellos una multitud de lectores pues aún soy un neófito en el arte de la palabra escrita, sino unos pocos, tal vez dos… Usted y Yo.

El Santo.

27 de abril de 2009

La paz de Polifemo

La oveja me ve, ha de pensar que soy tan tonto como Polifemo. Uno tiene que mover el ojo rápido para que ninguna lanuda se escape, hay que estirar la vara y traerlas para que no terminen en el barranco. Los pájaros también nos ven, para ellos somos un buen lugar para aterrizar, y seguro dejaríamos que se quedaran horas sobre nosotros sino fuera porque se cagan donde se les da la gana. Polifemo es el único que no protesta, él parece un nido de pájaros, todos se hacen encima de él. Mantiene tan tranquilo a pesar de su mal que a veces es insoportable. Hace días le pregunté porque dejó que Nadie le quitara su ojo; Polifemo sonrió, es tan bobo, a qué cíclope se le ocurre reír cuando se habla de perder un ojo, pero lo hizo, me dijo, "Ahí estaba él junto a otros tantos cuando yo llegué… Y comenzó a contar la historia de cómo había perdido su ojo, tan lento y pausado como hablan los cíclopes mayores, decía, "Él no se llama Nadie, se llama Ulises. Él y otros se habían metido a mi cueva y todos se movían rápido, se escapaban de la vista. Estaban asustados como ovejas y querían pincharme con unos palitos. Pensé, ¡Tontos!…son tan débiles, tan pequeños. Agarré a dos de las patas y los mordí porque tenía rabia. No saben muy bien, hay que despellejarlos mucho, ellos no son para comer. Pero habló el bueno de Ulises, me habló sin miedo, me dijo que quería salir. Noté que tenían todos de a dos ojos; sí, los vi, tienen dos ojos, no son dioses, son menores que nosotros y más débiles, aun así, a pesar de ser tan desafortunados, son muy sabios. No entiendo por qué pero me senté a hablar, y él me reclamó por sus amigos, me dijo, ¿Has visto cómo has dejado a mis hermanos? y yo le dije que ellos habían comido mi queso, que yo tenía derecho a recuperarlo así fuera sacándoselos de adentro. Me dijo que yo tenía razón, se sentó y esperó, al rato dijo, Yo también comí tu queso. Pero ya no tenía rabia y además estaba lleno.

Los otros estaban arrinconados y no salían. Él me dijo que seguro yo debía estar feliz de tener un solo ojo, puesto que los ojos sólo sirven para equivocar el camino, que él tenía dos y se había perdido, en cambio yo estaba en mi casa. Nunca había pensado en eso, tener ojos implica preocuparse por lo que se ve y a veces lo que se ve es muy malo. Fue cuando se me ocurrió quitarme el ojo para no preocuparme más por las ovejas. Lo tomé y le dije cerquita que si me podía ayudar a quitarme el ojo y él se ofreció amablemente a ayudarme. Además de eso también le pedí que cuidara de mis ovejas, que se las llevara a algún lugar en donde pudieran pastar. Alistaron una gran estaca todos los humanos y mientras yo reposaba sobre el piso de la cueva ellos empujaron fuerte y me quitaron lo único que me impedía ser feliz. Los humanos, ciertamente, son seres muy sabios y más el bueno de Ulises. Por eso, cuando escucharon mis gritos, yo, para proteger a mi amigo, dije que no había sido nadie y no que Nadie me había sacado el ojo, que fue lo que empezaron a decir el resto de mis hermanos. Ahora ya todo pasó y pueden decir que Ulises le sacó el ojo al Cíclope y que permitió que existiera el primero de ellos feliz. ¡Vez!... por eso los pájaros y las mariposas vienen a posarse sobre mí. "

Por eso digo que Polifemo es estúpido, Ulises simplemente lo engañó para salir con vida. Ahora mantiene como un tonto, a todo le sonríe, como si la risa fuera para cíclopes y mucho más, como si fuera para un cíclope sin ojo.


Por Jhohann Castellanos Lozano.

8 de marzo de 2009

¡El Blog del Colectivo!

Más integrados ahora. Un blog que estará a disposición de todos los seguidores de Santa Palabra.

Decidimos darle un espacio único al colectivo de artistas. Sabemos que muchos de ustedes estaban acostumbrados a ingresar a este blog, sin embargo, buscando la permanencia e individualidad tanto de este blog como el de Cristian, hemos decidido abrir uno en conjunto. No quiere decir que este quede relegado o destinado a la no actualización, simplemente será enfocado un poco distinto. Será El Santo, un poco más personal.

La labor, de este grupo que hemos conformado, será publicada en detalle desde el nuevo blog. Hoy inauguramos aquel espacio conjunto para brindarles lo mejor de nosotros a todos los seguidores internautas. Se publicarán allí nuestros proyectos más interesantes y la mayor información sobre esta nueva dupla de la narración oral en Cali.


Santapalabracali.blogspot.com
¡ESTE ES EL BLOG DE SANTA PALABRA!

8 de febrero de 2009

Voy a mentir...


Hago parte de una familia común y corriente y ocupo un lugar privilegiado; mi núcleo fuerte lo integran papá, mamá y tres hermanos mayores, es decir, soy el hijo menor y también el hermano menor; como dice todavía mi madre, soy “el niño de la casa”. Nací en un hogar cuya conformación me expuso a cinco educadores constantes, fuentes de conocimiento que expresaban las costumbres y formas correctas de proceder.

Recibí una educación basada en las interpretaciones que mis mayores le daban a la vida, fundamentada en aquellos preceptos heredados de los abuelos y que en su mayoría obedecían a la religión católica. Fui instruido en esa corriente desde pequeño y me dieron a conocer un conjunto de normas que sembraron en mí una ley, una línea que demarcaba los comportamientos correctos y los incorrectos.

Dentro de aquellas normas que se promulgaban existía la de no mentir y mi deber, como el de todos, era decir siempre la verdad ante cualquier pregunta. La regla rezaba que si decía mentiras, hacía algo incorrecto, reprobable y por lo tanto merecedor de castigo; por el contrario, si siempre respondía con la verdad sería recompensado por Dios. Toda la norma era reforzada por un inciso que se anteponía: la omnisciencia del Señor y la imposibilidad de engañarle, además de la excelente relación entre Él y mis padres, situación que anunciaba más temprano que tarde la revelación de toda la verdad. Como quien dice, ante semejante discurso yo estaba agarrado por cabo y rabo.

Pienso que, de alguna manera, todo aquello me daba temor… pero por lo visto, no el suficiente. Según mis hermanos yo era un frecuente inventor de mentiras y en consecuencia, un experto en recibir regaños y fuetazos. Mi madre, por ejemplo, me decía cada vez: “no diga mentiras que se le crece la nariz como a Pinocho”... (Muchas veces mentí frente al espejo, esperando que aquello sucediera y nada, nunca pasó).

Mi padre por el contrario era más práctico; cuando yo decía alguna mentira él no decía nada, solo me miraba con cara de terror y salía caminando rápido hacia el patio para traer de regreso el palo de la escoba, quizás pensaba que la razón por la que no me crecía la nariz como a Pinocho era porque a mi cuerpo le faltaba madera y en su “infinita sabiduría” lo único que se le ocurría era fusionarla a golpes con mis piernas.

Mi familia me enseñó a hacer lo correcto diciéndome mentiras, de niño las escuché sin repararlas, llegaban a mis oídos disfrazadas de educación. El problema de este método educativo es que no se puede sostener a medida que crecemos, pues al paso del tiempo todo lo cuestionamos y refutamos con mayor inteligencia, sin embargo, debo admitir que aprendí buenas cosas por medio de mentiras.

El problema real se daría en la adolescencia, al igual que la mayoría de los adolescentes me presenté solo ante la sociedad para vivir aquel proceso en que se pasa por fuego todo, incluyendo, el acto de mentir. Fue así como “El niño de la casa” caminó por aquella senda y descubrió en la mentira una herramienta de vital importancia para sobrevivir. Por ejemplo, a las chicas les gustaban las mentiras y yo les daba gusto, les decía: eres preciosa, bella, bonita, eres la única, nunca te he mentido, etc. Podía mentir a cualquiera, a mi familia, a mis amigos y hasta a mí mismo. Junto a esta práctica deliberada surgieron algunas consecuencias nefastas, perdí amistades, puse en problemas a mi familia, me creí enamorado y por supuesto, tuve muchas discusiones. A punta de tropiezos comprendí lo que trataban de enseñar mis padres, que hay mentiras que hacen muchísimo daño.

Hoy no hablaré de la Verdad como algo inmaculado, absoluto, o de la Mentira como algo despreciable. No confiaré en los filósofos de renombre porque no he leído todos sus escritos. Obedeceré a mis padres, que me enseñaron a caminar con la cabeza levantada, procurando andar liviano, sin cargos de conciencia, intentando no dañar a nadie. Mis progenitores me enseñaron a ser honesto, leal, transparente, y si en el ejercicio de mentir logro respetar estos valores, no veo entonces un acto condenable.

Miento, pero de forma consciente, conservando un objetivo claro. Ahora hago uso del engaño de una manera distinta, le encontré un sentido útil a la mentira y por eso narro cuentos. En el acto de contar miento sin mesura, pero con responsabilidad. Yo creo en aquel engaño que es descubierto por el Otro con agrado, en donde no existe una treta macabra. La mentira que se plantea con un mal fin, es para mí detestable. Por eso encuentro en ella un condimento especial, que en ocasiones uso para hacer reír, (…no había ni una mujer bonita, mejor dicho, si hubiese hecho un caldo de feas habría quedado espeso) en otras para educar (… y por eso, si maltratamos a los amigos, nos podemos quedar solos como el gigante de tres cabezas) y hasta la he usado para poner a salvo alguna pertenencia (…seguro señor ladrón, yo no tengo más plata).

Pero… ¿Qué me dicen las buenas costumbres al respecto?... ¿lo que hago es incorrecto? Recordemos: mentir, incorrecto; decir la verdad, correcto. No, para mí mentir no es incorrecto ni correcto, todo depende de su uso; mis familiares, por ejemplo, usaban las mentiras para bien, algunos podrían llamar a eso “mentiras piadosas” pero la verdad es que aunque sean piadosas o no, no dejarán de ser mentiras. Realmente muchos desconocen el fondo del acto de mentir, sólo se limitan a reprender y juzgar. Ahora bien, no voy a discutir aquí eso del "fondo", eso implicaría un tratado filosófico sobre la Mentira y no es el objetivo del escrito.

El final de este texto es sencillo. Mi oficio es ser mentiroso de buenos fines, de creaciones útiles, y si alguien quiere contradecir lo dicho, tendrá que negar primero lo que causo en el público que me escucha. Hoy sólo sostengo lo siguiente: yo verdaderamente creo en la mentira, en eso, no les voy a mentir.

Por: Jhohann Castellanos El Santo

19 de enero de 2009

Charly García en Santa Palabra-Casa Café


Otra vez este cuentero nos llevará sus historias a la Casa Café. Este será el evento final de un ciclo que se interrumpe. Durante más de un año Santa Palabra ha invitado a varios amigos cuenteros, ahora haremos un evento más y pararemos, “no habrá un último jueves del mes en febrero” pues se están tomando unas decisiones para mejorar los eventos que organiza Santa Palabra en este espacio habitual. Ahora bien, que más que cerrar un ciclo con un cuentero como Charly García, que además de su “sex appeal” traerá nuevas historias. Si usted no lo vio el año pasado, esta es la oportunidad.


¿Te interesa saber quién es Charly Garcia?


Sobre Charly García escribí lo siguente: " Por petición de él no lo describiré en detalle, no haré un recuento de sus logros académicos porque ellos se reflejan en sus cuentos, tampoco pondré una lista larga de festivales a los que a asistido porque no tiene sentido, simplemente diré que Carlos García a participado en Todos los festivales de Narración oral de Colombia y en varios Internacionales. Ahora bien, lo que si puedo decir es que actualmente se desempeña como periodista para el diario El País y que se destaca como Bloggero de talla Internacional, y para concluir… (Con humildad lo digo) que también será el próximo cuentero en Santa Palabra Casa Café."…Ahora bien, omití aquella vez su blog, ignorando que es este el que puede decir mejor quién es Charly García, cuentero y escritor de El Desván.


Blog de Charly García: déle “Click” a El DESVÁN.


Recuerden: ¡Este es el último jueves!



Aquí las indicaciones:

Lugar: Casa Café. – Santiago de Cali.
Carrera 6 # 2 – 13 San Antonio.
Teléfono reserva: 893 70 11
Fecha: 29 de Enero del 2009
Hora 8:00 pm.
Cover: $5000



PD: Recuerde Reservar. La reserva se guarda hasta la hora de inicio.